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ECONOMIA INFORMAL
La economía informal o “negra” es la más grande injusticia con la cual convivimos. Ningún economista o político menciona el asunto, se ha naturalizado, o como todos de algún modo participan de ella se sientan en peligro. La informalidad no solo existe porque hay gente que no quiere pagar los estrafalarios impuestos que hemos sabido conseguir, sino por la enorme cantidad de reglamentaciones que convierten cualquier proyecto en una carrera de obstáculos inentendible.
Además, quienes diseñan los sistemas en AFIP parecen trabajar para una ínfima minoría que pueda comprender sus intrincados vericuetos. Como la mayoría no cuenta con esos talentos, se ve obligada a contratar profesionales que cuestan mucho dinero y con quienes les cuesta interactuar porque no entienden “de qué se trata”. Por lo tanto, patean el tablero, y trabajan libres y en negro. Así de simple. Yo trabajo también en los EE. UU. desde hace décadas, y siempre digo: “en los EE. UU. se trabaja legalmente como aquí en negro”
Y como si fuera poco, los impuestos que gravan la actividad se deben abonar “por lo devengado” (facturado) no por lo percibido (cobrado), en fechas establecidas independientemente de si se cobraron o no, e incluso a pesar de que el deudor haya quebrado. Esto convierte al empresario o profesional en financista del Estado y a su propio riesgo y costo. Un completo desatino e injusticia con lo que se debe acabar.
Se dice que la economía informal es del 40 o 50%, error, supera largamente ese porcentaje y aumenta cada día. Cuesta conseguir proveedores que quieran facturar. El 75% de la facturación privada proviene de PYMES, y son las más informales por cultura o porque no tienen más opción. El dinero físico es el responsable de que exista la economía informal. No importa cuál sea la moneda (pesos, dólares, euros o lo que lo sea), si es física se puede pagar bajo la mesa. No creo errar si digo que la economía informal privada supera el 60%.
Pero la economía negra no solo se trata de no pagar impuestos, sino que da lugar a que se estafe o robe a mucha gente con acuerdos sujetos a resultados. Una editorial que imprime el triple de los libros que le facturan no solo no paga buena parte de los impuestos, tampoco paga esa parte de derechos al autor, lo mismo ocurre con los conciertos y los músicos, con los teatros y los actores, y así la lista sería muy larga. La sola existencia de economía en negro implica una fenomenal injusticia, un descarado robo para con quienes sin su creatividad nuestra vida sería menos cultural y aburrida. O para cualquier acuerdo de productividad, si la misma se disfraza y oculta.
La economía negra es un secreto a voces que sostiene muchas estructuras de poder, partidos políticos, justicia, seguridad, sobornos, hasta se sabe que en las estructuras del Estado se pagan sueldos en negro. Esto se tiene que acabar y para siempre. El único modo es digitalizando el dinero.
Algunos proponen dolarizar, frente al espanto que produce la moneda nacional, pero eso no resolverá el problema de la informalidad, solo le cambiaría la moneda de pago.
Una nueva moneda fuerte, convertible, digital y bien respaldada es la solución de nuestro drama nacional, como se verá a continuación.