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SUELDOS Y RETRIBUCIONES
La economía se debe liberar a sus propias fuerzas. Nuestro éxito no se basará en sueldos bajos, sino en un mediano a alto poder adquisitivo y productos de calidad. Cada empresa u organización productiva deberá pactar sus remuneraciones libremente.
El sistema de indemnización por despidos deberá reemplazarse por un eficiente Seguro de Desempleo, que en caso de despido abonen las actuales indemnizaciones en cuotas mensuales idénticas al último sueldo percibido, evitando así la pérdida de derechos adquiridos, pero liberando a los empleadores de esa enorme limitante que atenta contra el empleo mismo. Aportando el 10% de los sueldos abonados mensualmente a un eficiente sistema de seguros y reaseguros, el que pierda un empleo cobrará lo mismo que hoy solo que en cuotas mensuales como si siguiera trabajando, independientemente de que en breve obtenga otro empleo. De este modo, el total de años trabajados se remunerará una única vez al perder cada empleo. Se creará un registro nacional de empleo e indemnizaciones. También se podría constituir en un seguro de retiro limitado en caso de nunca ser despedido, ya que no puede ser que el que es despedido reciba un dinero que el que cumplió con su trabajo no siendo jamás despedido se retire con los bolsillos vacíos.
Pero en todos los casos, ante una necesidad se podrá ingresar al sistema de Comunidades Asistidas antes propuesto.
Respecto de los sueldos, lo que ocurre en la vida real es que la empresa que puede pagar más que los sueldos de convenio lo hace, y a veces en negro para evitar los gravosos impuestos al trabajo, o los forzados aumentos porcentuales de convenio (otro absurdo increíble).
La economía negra o informal genera una situación de injusticia monumental entre los que cumplen con las reglas y los que no. Se genera competencia desleal y un gran enojo general en la sociedad. Con el sistema de impuesto único a los ingresos por ventas de bienes o servicios en moneda digital inevadible, se acaban los impuestos al trabajo y al consumo que hoy gravan a las personas, con lo cual el poder adquisitivo aumentará notablemente, y así el consumo y la calidad de vida de toda la sociedad aumentará.
Tasa de Contribución Salarial (TCS)
Adicional a lo anterior, y a efectos de generar un fuerte estímulo al trabajo en blanco y a la productividad, se propone poner en marcha la Tasa de Contribución Salarial o TCS, que consistirá en una tasa del 2% que gravará al pie todas las facturas emitidas en moneda digital por bienes o servicios, pero para retribuir a los empleados de cada empresa. Sí, será el primer impuesto que cobra la población y no el Estado.
De este modo, cada día que ingresen pagos en moneda digital a las cuentas bancarias de una empresa, el banco acreditará en la cuenta sueldo de cada empleado de dicha empresa la proporción que le corresponda según sea la proporción de su sueldo en el total de sueldos abonados por la empresa. Cada día recibirá un dinero extra por encima de su salario. Un goteo diario extra de dinero fuerte en sus billeteras digitales.
Será una forma natural de participación en la producción, e independiente de las empresas, sin inmiscuirse en ellas ni afectar sus costos.
La TCS será una unidad de medida muy importante para el que busca empleo, ya que las empresas podrán publicar cuanto remunera su punto de TCS. Cuanto más productiva una organización, más alto el valor de TCS y por lo tanto más buscada por la gente para trabajar en ella, convirtiéndose las mismas en modelo para el resto. Otra vez: todos ganan.
Del mismo modo, una vez que el Estado se haya reorganizado y reducido sustancialmente su personal, podrá remunerar a sus funcionarios y empleados con la TCS, premiando la mejor y más eficiente administración pública. Para ello aplicará el 2% del 10% recaudado, o sea $2 de cada $100.
Esta tasa no será aplicable a pesos físicos, solo digitales. Eso actuará como estímulo para reducir el personal del Estado que busque nuevos horizontes en la actividad privada, y para que todos busquen operar en moneda digital cuanto antes.